Entonces regresa, solo, sin darse cuenta que detrás de sí deja a la única persona que lo daría todo por amarle. Incluso su vida.
La carta más romántica que una vampira podría escribir, y la soledad más aterradora que un inquisidor podría experimentar. Una mezcla fría que Erius deberá bebérsela de un trago, mientras lo que más amaba se deshace en mil pedazos.[ME INTERESA]