
Cuando la firma de motocicletas Jerhoj cerró sus puertas, la región de Novoselovka, 16 kilómetros al este de Lugansk (Ucrania) se sumió en una brutal regresión y crisis económica. Jerhoj había sido el motor de su economía; ya bajo la antigua URSS de su complejo industrial salían las motocicletas que se movían por los amplios campos de las estepas rusas, desde servicios de correo a guardias rurales, desde cargos gubernamentales, a personal del ejército. Todos ellos se movían con las robustas, duras y fiables motocicletas de Jerhoj. Tendrían que pasar casi dos décadas para que Jerhoj, y con ella la población de Novoselovka, comenzase a volver a ver la luz. Durante ese tiempo el vandalismo, el abuso y cuando no directamente el robo, habían dejado a las instalaciones de la antaño gloriosa firma Jerhoj en ruinas. Pero todavía Jerhoj pervivía en el consciente colectivo, en los recuerdos de los ancianos del lugar, los cuales contaban a sus hijos y nietos sus historias de duros inviernos atravesando terrenos inhóspitos, carreteras de montaña y tierras baldías, acompañados de su fiel Jerhoj. Sus hijos crecían con la historia de una marca mítica cuya presencia cada vez iba desapareciendo más y más de sus carreteras, de su entorno.
Apenas unas pocas Jerhoj, mal mantenidas y peor conservadas, sobrevivían en manos de sus dueños con más edad. Las poderosas firmas asiáticas comenzaron a ver en Jerhoj todo un filón: la adquirirían, remarcarían sus motocicletas con su mítico logo de "la doble jota", y venderían sus motos y ciclomotores bajo la marca Jerhoj como si fueran las originales.
Pero entonces entró en escena otro jugador: el INSI Group. El consorcio de la hermana de mechas teal de las Sjoberg tenía para Jerhoj un destino mucho más justo con su historia, mucho más honesto.
Ésta es la historia de la defensa de un país por su marca, a la que dieron vida la sangre y el esfuerzo de sus muchos trabajadores durante años. La historia de la supervivencia frente al duro terreno de la insensibilidad y los intereses mercantilistas y capitalistas. La historia de los fieles clientes defendiendo con pasión su marca de motos favorita. La historia..., del renacimiento de Jerhoj.[ME INTERESA]