
Pero cuando la atormentada muchacha logra escabullirse y echa a correr, emprendiendo la huida hacia un pueblo, encuentra en la iglesia parroquial su refugio. Tras acogerla el reverendo en su casa, la Inquisición acude a su ayuda.
Y de la Inquisición nadie escapa.
Ahora los mafiosos las van a pagar todas juntas.[ME INTERESA]