
Durante más de cuarenta años, y hasta la aparición del Cuerpo Nacional de Policía en 1975 y la posterior llegada de la democracia, la Policía Armada del régimen franquista subyugó a los españoles con mano de hierro. En los relatos que siguen queda bien patente lo difícil que era ser un buen policía en unos años en los que la corrupción, el abuso de las leyes y el poder, campaban a sus anchas.
Eran unos años de chulos, maleantes de todo tipo, pícaros y listillos, pero también de los primeros escarceos con los estupefacientes ante los cuales la policía de la época no estaba, ni muchísimo menos, preparada. Una policía corrupta, politizada, muy machista y tremendamente asqueada. Al policía no se le respetaba, se le temía. No se le pedía ayuda, sino que se le intentaba mantener lo más lejos posible, porque no podían hacer otra cosa que agravar las situaciones.
Contenido de este volumen:
- Introducción
-- La Policía Armada y su tiempo
-- Mujer y sociedad
-- El hogar
-- La industria de la España en los sesenta
-- Marcas y productos de la etapa franquista.
- La ley de la dictadura
- Hay que educarlas
- Haciendo negocios
- Los bajos fondos
- Lo que ocurre en los calabozos
- El soplón
- Un coche por tu amor
- Estados de buena esperanza
- Una reparación fuera de lo común
- Liberar al rehén
- Haciendo de policía
- La travesura
- Un tipo con chándal
- El maltratador
- Fuera de jurisdicción
- Pelea conyugal
- Mujeres sólo para hombres acaudalados
- La feria y los feriantes
- La venganza se sirve fría
- No va más[ME INTERESA]