
Pero uno de sus trabajos se le va a complicar enormemente. El cliente ya no quiere que actúe sigilosamente, sino que busca crear una terrible impresión, que atemorice a todos los que osen enfrentársele. Eso llevará al límite a la asesina, y la pondrá en el punto de mira, hasta el extremo en que el resto de asesinos profesionales acaben yendo a por ella, y lo peor es que el cliente se niega a pagarle su trabajo. Gran error, porque con Pármica, nadie puede irse de rositas.[ME INTERESA]