
A pesar de los interrogatorios llevados a cabo en los calabozos de la comisaría, y de la asistencia del abogado del arzobispado, el chico no suelta prenda. Ante el precipicio más abrupto, abocado a la cárcel, y ante el mayor desafío de toda su vida, solo tiene una petición que hacerle al obispo: "¡Avisen a Erius!".
El investigador de la Santa Inquisición deberá ahora desvelar qué ha ocurrido, y por qué importante razón el seminarista ha puesto en riesgo todos sus sueños y su futuro.
Trepidante relato de acción en donde, desde la primera hasta la última página, nos sentiremos envueltos en una vorágine de acontecimientos ante los cuales Erius deberá poner en juego toda su pericia. El hábil inquisidor deberá probar sin dudas la inocencia del muchacho, y no menos importante también: darle una segunda oportunidad.[ME INTERESA]